Tintes en la majada

Arranca el otoño con la primera recolecta en la Senda de las Majadas, un paseo que empieza y acaba en la Venta de Piqueras. La ruta es muy chula y sencillita y si te haces con un folleto en el Centro de Interacción de la Trashumancia, te va explicando las cosas que puedes ir viendo en la media horita larga que dura el circuito.

 

 

Lo primero que llama la atención son las hayas gigantescas que puedes ver en varias partes del camino. Los pastores respetaban ciertos árboles para asegurarse zonas de buena sombra, y  esas son precisamente las hayas centenarias que se ven en esta ruta. Si en las fotos impresionan imagínate delante de ellas. Ahora tendemos a pensar que en aquellos tiempos habían muchos más árboles que ahora, pero es todo lo contrario. Cómo había tanto ganado, estaba todo mucho más despejado pues lo importante eran los pastos y se empleaba madera para casi todo.

 

 

 

También hay varias majadas donde te haces a la idea de la forma que tenían de resguardarse los pastores y los corrales donde metían a las ovejas. No quedada mucho de lo que fué, pero si pones de tu parte…

 

 

 

Lo mejor de la ruta fue perdernos por los bosques y empezar a encontrar rodales de setas en lugares insospechados llenos de encanto. Parecía que en cualquier momento iban a empezar a salir gnomos. No hay nada como un bosque lleno de magia y dejarte llevar. Amanita muscaria, boletales, ramarias, algún que otro yesquero y más sorpresitas que cómo siempre nos regala el bosque.

 

 

 

 

Y con este plan no paramos de investigar en este mundillo tan poco explorado y que hace que nuestra paleta de colores no pare de crecer! Dicen que toda esta zona de Cameros es muy setera, así que habrá que buscar un huequito entrado el otoño para comprobarlo!

 

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